Si bien cada vivienda, centro de trabajo o local comercial tiene sus propias características técnicas, en base a su ubicación, orientación, antigüedad, infraestructuras y equipamientos, la mayor parte de las pérdidas de energía de los inmuebles tienen su origen, casi siempre, en la existencia de deficiencias en los mismos elementos.
El verdadero problema de la presencia de estos defectos en tu vivienda, oficina o local reside en que, a pesar de que pongas en marcha todos los esfuerzos a tu alcance para mejorar su eficiencia y calificación energética, te impedirán conseguir los resultados esperados, a no ser que soluciones previamente estos aspectos, muchas veces achacables a su propia construcción o al deterioro producido por el paso del tiempo.
Por eso, desde Eres Energía hoy queremos que conozcas dónde se producen principalmente estas pérdidas de energía, con especial atención a los hogares, tomando como referencia la información publicada en un reciente estudio desarrollado por la Fundación ‘La Casa que Ahorra’.
Según los datos aportados por esta fundación, de la que forman parte las principales empresas del Sector de la Construcción en nuestro país, el porcentaje más elevado de las pérdidas de energía que se producen en un inmueble tienen su origen en su cubierta (30%) y en la presencia de desperfectos en la fachada (25%).
Además de estos elementos relacionados con su estructura, es preciso prestar atención a un aspecto cuya subsanación sí está en tus manos, como es la realización de prácticas poco eficientes de renovación de aire y ventilación del inmueble, que supone un 20% de las pérdidas de energía domésticas.
Por último, este informe también muestra la importancia de incidir en otros elementos relacionados con la eficiencia energética del inmueble y que, a pesar de que presentan una menor responsabilidad en sí mismos, suponen un 25% de la pérdida de energía, como son las características y el estado de las ventanas (13%), del suelo (7%) o de los puentes y conducciones térmicas de la vivienda (5%).